En Caydesa fuimos la primera empresa en España en implementar un sistema de trazabilidad cárnica hace más de 35 años; y lo hicimos con un único objetivo: diferenciarnos, tratar de desmarcarnos de y en un sector en el que desde tiempos inmemoriales está más que probado que bajo el pretexto de vender más, cualquier promesa sirve.
Si los clientes están dispuestos a creer que existen chuletones de buey de 14 kg, carne de auténtica vaca Rubia Gallega a 35€/kg o hamburguesas de Wagyu a precio de carne de aguja de ternera blanca, “algo” de responsabilidad tendremos nosotros, ¿no?. Todos aquellos que formamos parte de un sector en el que últimamente se vive una especie de “hipérbole cárnica” donde la moda de las razas y las maduraciones se envuelve en el aura mágica del marketing para convertir cualquier despojo de vaca vieja en chuletón de buey, y a cualquier chavalote con carisma manejando una brasa en experto parrillero.
Somos conscientes de que vivimos en una época donde necesitamos tener ilusión, pero Japón no nos lo va a permitir. Hasta hace muy poco éramos solo 3 empresas en España distribuyendo Kobe y Wagyu. Todos estábamos alineados con la filosofía de la asociación, los valores que la distinguen y los atributos de su excepcional producto. Todo iba de maravilla: clientes con acceso a productos exclusivos, nuevas experiencias gastronómicas, la que para muchos es considerada la mejor carne del mundo comenzaba a introducirse en España… Hasta que llegaron los de siempre. Aquellos que (y no lo decimos nosotros, solo hay que hacer algunas búsquedas en internet y ver algunos programas de televisión. Son datos, no es nuestra opinión) creen ser más listos que el resto, que han descubierto que moviendo este certificado allí, este crotal allá y un par de etiquetas, pueden incrementar sus márgenes comerciales; aquellos que han confundido un cliente leal y fiel hacia su marca con uno ignorante y tonto; aquellos que ni muestran respeto por el sector, ni por los que lo conformamos ni por los animales.
Pues bien, nosotros queremos deciros que se acabó fagocitar y vender Kobe y/o Wagyu con grados de infiltración incorrectos a través de prácticas comerciales más que dudosas. Nosotros nos oponemos a que la asociación Kobe Beef se impregne y contamine de la lacra que siempre ha estado ahí, engañando y confundiendo al cliente para poder vender más y más cada día. Nosotros no vamos a permitir que convirtáis la carne japonesa en otra palanca de vuestras tropelías (al igual que ya habéis hecho con nuestras queridas razas autóctonas). El sector no se lo merece, los animales no se lo merecen y los consumidores tampoco.
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